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El buitre leonado (Gyps fulvus)

El buitre leonado (Gyps fulvus) es una especie de ave falconiforme de la familia Accipitridae. Es una de las mayores rapaces que puede encontrarse en la Península Ibérica, superando en envergadura (hasta 260 cm.) incluso al águila imperial ibérica.

En la base del cuello se encuentran una serie de largas plumas blancas y leonadas, a modo de gorguera. En el dorso, parte anterior de las alas y vientre, el plumaje es de color canela. En el resto del cuerpo el plumaje es pardo oscuro.

El pico, pardo por arriba y amarillo en los bordes, es ganchudo y arranca largas tiras de carne con facilidad. Las patas son grises y bastante débiles, pues no necesitan capturar presas como las de las águilas y halcones.

Junto con  el quebrantahuesos y el alimoche (en verano), es una de las pocas especies de buitres que pueden verse en Europa, pues se le puede encontrar en España.

El buitre leonado es un ave planeadora más que voladora, pues apenas mueve las alas en el aire. Prefiere levantarse sobre corrientes ascendentes que se corresponden con fenómenos aerológicos como la convectividad térmica, ascendencia dinámica o termodinámica, la convergencia de brisas, la restitución, la onda de montaña o las cuñas de aire frío de carácter meteorológico que levantan grandes masas de aire caliente, pasando horas volando entre alturas de 1.800 a 3.500 metros sobre el nivel del mar.

El buitre está especialmente adaptado para alimentarse de carroña: su potente vista localiza cualquier cadáver en las cercanías, y cuando desciende para alimentarse (formándose entonces aglomeraciones importantes de buitres, de forma muy rápida, donde no faltan las peleas por las mejores tajadas), introduce sin problemas su cabeza y largo cuello, provistos únicamente de un plumón corto en el que la sangre y la carne no se adhieren fácilmente.

Los buitres leonados entran en celo en los meses de diciembre a abril. En ese momento forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un día o dos cada uno. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría.

 El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si no recibe la cantidad precisa de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que creen que ha llegado el momento de independizarse.

Quiero dar las gracias a un buen amigo, L.M.Guerrero y a mis nuevos amigos Miguel Angel, Manolo y Juan por enseñarnos estos «pajaritos» y el buen día que nos hicieron pasar.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Gyps_fulvus

Gregorio.

julio 13, 2011 - Posted by | Naturaleza

12 comentarios »

  1. ¿Què? distes un gustazo al dedo haciendo fotòs ¿cuantas en total en ese ratito? me enseñaras las otras aun siendo peores.

    Comentarios por pepe luis | julio 13, 2011 | Responder

    • Son diez minutos lo que dura el banquete, la pega es que no sabes donde mirar con tanto bicho por alli.

      Comentarios por grebarsan | julio 14, 2011 | Responder

  2. Inteligente el pajarito en la manera de aprovechar las corrientes térmicas para viajar. Buen reportaje.

    Comentarios por Pepe Gallego | julio 14, 2011 | Responder

  3. Buen reportaje Gregorio. Había unos pocos .

    Comentarios por boni | julio 14, 2011 | Responder

  4. segun las veia me estaba acordando de Luis Miguel, veo que al final le viste, vaya serie socio.

    Comentarios por lmparra | julio 14, 2011 | Responder

    • Pasamos la mayor parte del día con el y unos amigos, nos comimos una paella alli mismo socio.

      Comentarios por grebarsan | julio 14, 2011 | Responder

  5. Tienes que hacer la exposición.
    El lunes hablamos

    Comentarios por Salva | julio 16, 2011 | Responder

  6. Te envidio por la paella, pero en cuanto a los pajarillos, no me simpatizan mucho que digamos, de cualquier manera es un reportaje buenísimo, Gregorio. Cariños, Ana.-

    Comentarios por Ana María Álvarez Blanco | julio 17, 2011 | Responder

  7. Ufff… vaya con los pajaritos!! Tremendo reportaje, Gregorio… una pasada!

    Comentarios por Nell | julio 17, 2011 | Responder

    • Gracias Mirian, puede que este fin de semana haga una visita relampago a tu tierra 😉

      Comentarios por grebarsan | julio 17, 2011 | Responder

  8. Gregorio,
    Estas son fotos de maestro. Espectacular la cuarta, la sincronización en el aleteo de los buitres parece hecha por un coreógrafo de danza clásica. Fenomenal la instantánea. El reportaje digno de las mejores revistas de la naturaleza. Felicidades.

    Comentarios por Javier Gallego | agosto 2, 2011 | Responder


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